La columna de humo del volcán Hudson, en el sur de Chile, disminuyó en un kilómetro su altura al igual que la presión del magma en el interior del macizo, pero continúa vigente la posibilidad de una erupción violenta. Así lo informó el domingo la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), y agregó que en la madrugada la zona del volcán estaba despejada, el cauce de los ríos era normal y no se sentía olor a azufre. La fumarola era de color blanco, no había ruidos subterráneos y sólo se registraba un temblor por hora.
Pese a la calma, se mantiene la zona de exclusión a 45 kilómetros en torno del macizo ubicado en la región de Aysén, unos 1.800 kilómetros al sur de Santiago. La subsecretaria de Turismo, Jacqueline Plass, declaró que «si bien se mantienen las alertas preventivas y evacuadas las zonas más cercanas al volcán Hudson, el turismo en la región se encuentra operando en completa normalidad». Añadió que «el llamado es no cancelar las reservas futuras y estar pendiente a la información que estarán entregando las autoridades pertinentes las 24 horas del día».
El Hudso
n, de 1.900 metros sobre el nivel del mar, arrojó tres columnas de humo, una de ellas con un poco de cenizas, y registraba el miércoles 18 sismos por hora, lo que llevó a las autoridades a elevar el nivel de alerta al máximo, evacuar a unos 140 pobladores cercanos e instalar seis equipos de monitoreo en los alrededores del macizo. La última erupción del Hudson se registró en 1991, cuando las cenizas cubrieron los terrenos y los cursos de agua, matando a 1,5 millón de ovejas. Sus cenizas alcanzaron vastas localidades y ciudades argentinas.
Otro volcán chileno, el Cordón Caulle, unos kilómetros más al norte que el Hudson, entró en erupción en junio y continúa activo. Sus cenizas y material volcánico afectaron varias localidades argentinas y trastornaron los vuelos aerocomerciales en América del Sur. Hasta la semana pasada el Cordón Caulle continuaba afectado la aeronavegación, tanto en Chile como en Argentina. En Chile hay unos 3.000 volcanes, de los cuales unos 500 son considerados geológicamente activos, y de ellos, unos 60 tienen registro eruptivo durante los últimos 450 años.