Magallanes, 10 de Feb. (ANA) .- El Ministerio de Agricultura, a través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), informó hoy que se suspenderá la aplicación del decreto que permitía la caza de perros salvajes o asilvestrados.
Según un comunicado, firmado por el director del SAG, Angel Sartori, se constituirá una mesa de trabajo público-privada, que comenzará a sesionar durante la primera quincena de marzo, para escuchar las posturas de todos los actores sociales, con el fin de sostener un diálogo constructivo que permita avanzar en la problemática que constituyen las jaurías de perros bravíos en zonas rurales.
Otro objetivo de la mesa de trabajo será definir «medidas de mitigación para los pequeños productores pecuarios como la intensificación de los subsidios vigentes que INDAP tiene en ejecución para la protección de corrales o gallineros y el análisis de medidas para apoyar la actividad ganadera, en especial de pequeños productores y agricultores».
Cabe recordar que la medida, dada a conocer el pasado 31 de enero, permitía que «perros salvajes o bravíos, que se encuentren en jaurías, fuera de las zonas o áreas urbanas y de extensión urbana» fueran cazados.
Los productores ganaderos señalan que su zona es una de las más afectadas a nivel nacional y que la medida los ayudará a controlar el actuar de estas jaurías salvajes. Según cifras del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), cada año mueren 50 mil ovinos en la XII Región. “Es un problema que lleva más de 10 años y se ha escapado de las manos. Su presencia ha causado grandes pérdidas en Tierra del Fuego. Hay parceleros que han perdido toda su producción. “Yo solamente el año pasado perdí 300 borregos y 200 ovejas. Esto nos abre una ventana para poder hacer algo, porque antes estábamos atados”, comentó Rodrigo Filipic, presidente de la Asociación Gremial de Ganaderos de Tierra del Fuego.
La oposición a la normativa tuvo su punto más álgido, el pasado 11 de febrero, cuando desconocidos atacaron el edificio del Ministerio de Agricultura de la ciudad magallánica. Rompieron vidrios y lanzaron bombas molotov, provocando un incendio en sus oficinas. En las afueras del inmueble había panfletos esparcidos que decían “No al genocidio de nuestros hermanos animales. No a la ley de caza”.
El director nacional del SAG, Horacio Bórquez, había sostenido “que el objetivo de la ley, que está en tramitación, ha sido siempre mejorar la conservación de especies, buscando controlar la acción de animales que causan perjuicios graves al ecosistema”, dijo. “Los perros bravíos son los descendientes de perros abandonados en los campos, que no han tenido nunca contacto con seres humanos. Se alimentan de lo que cazan y mantienen una actitud agresiva, atacando poblaciones de animales silvestres, aves de corral e incluso personas”, añadió Bórquez.