La flamante gobernadora de la provincia de Buenos Aires dedicó un fragmento de su discurso para referirse a una persona muy especial. Conocé la historia.
«Como mujer quiero tomarme un momento y hablar a las mamás, a las profesionales, a las abuelas, a las enfermeras, a las maestras. La provincia las necesita. Vivimos en un tiempo que desafía las tradiciones», introdujo el tema Vidal, en un párrafo de su primer discurso como mandataria frente a la Legislatura provincial.
En ese marco, enfatizó: «Por primera vez en la historia, la Provincia que todos decían que sólo podía ser gobernada por varones, va a ser gobernada por una mujer».
«Eso habla de nuestro tiempo, de los nuevos liderazgos que podemos aportar las mujeres, aportando nuestros valores. Las necesito», resaltó.
Vidal homanajeó a su abuela y recordó cuando se decía que la provincia no podía ser gobernada por una mujer.
Hacia el final de su mensaje, en el transcurso del cual trazó los ejes de su gestión, Vidal evocó a su abuela, Corina Zichichi, que presentó como una mujer humilde, «que planchó y lavó para afuera» y a quien le reconoció haberle enseñado «los valores más importantes» de su vida.
Conmovida, y luego de que las cámaras enfocaron en distintas ocasiones la imagen de sus tres hijos y de su marido, el electo intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, ubicados en uno de los palcos, Vidal comenzó su recuerdo: «Quiero que me permitan la licencia de dedicar este día tan importante de mi vida a una mujer bonaerense».
María Eugenia Vidal le dedicó su «gran día» a su abuela, Corina Zichichi, una inmigrante italiana que vivió en una casa «muy pobre» de Lincoln.
«Nunca estuvo en la tapa de ningún diario, nunca salió por televisión, nació en General Pinto, en el siglo pasado, en una casa muy pobre; vivió en Lincoln los primeros años de su infancia y adolescencia y vino a la ciudad Buenos Aires buscando, como muchos, en el ’45, nuevas oportunidades», prosiguió.
En el mismo tono de emoción, Vidal manifestó: «Trajo a todos sus hermanos para que tuvieran una vida mejor en la ciudad; no terminó el primario, pero fue la mujer más sabia que conocí. Logró que sus tres hijos terminaran el secundario y el día que me entregaron el diploma universitario, se sintió orgullosa de tener una primera nieta en la familia que llegara a la universidad».
«A ella, que hizo todo lo que tenía que hacer para sostener a su familia, que trabajó en otras casas, que planchó y lavó a para afuera, que acompañó a su esposo como portero, que me enseñó los valores más importante de mi vida y que hoy no puede estar conmigo presente porque ya no la tengo, a ella, a Corina Zichichi, le quiero dedicar este día», concluyó.
(Video Infobae / DyN)