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La ex presidenta lanzó el plan en diciembre de 2014 con una inversión inicial de $ 170 mil millones; uno de los proveedores es investigado por la Justicia
«Se llama «Argentina Sonríe», para que los pobres de este país que le faltan los dientes puedan sonreír con dignidad». Así presentó Cristina Kirchner, a mediados de diciembre de 2014 el programa estatal de asistencia en salud bucodental que contrató a una firma sospechada en la Justicia por irregularidades, como publicó hoy LA NACION.
La ex presidenta anunció el programa a través de una conferencia e indicó que el presupuesto total para equipamiento sería de $ 107.000.000. A cargo quedó su nuera, Rocío García, y las odontólogas Elena Morán, madre del diputado Andrés «Cuervo» Larroque, y María Belén César Gallardo, nuera del ex ministro Julio De Vido.
Según el anuncio de Cristina, el programa contó originalmente con treinta unidades, diez de ellas destinadas a la rehabilitación, doce provistas de primer nivel de atención y ocho destinadas al traslado de pacientes.
La idea original era que los camiones sanitarios recorrerían todo el país para realizar arreglos dentales y proporcionar prótesis en forma totalmente gratuita.
El informe macrista conocido como «El estado del Estado» reveló que «los camiones se compraron por contratación directa y en diciembre de 2015 estaban estacionados. Sólo unos pocos habían salido a la ruta. A pesar de contar con equipamiento de última generación, los ómnibus dentales nunca pudieron funcionar porque los equipos odontológicos eran tan delicados que se descalibraban fácilmente con el andar de los vehículos».
El programa tuvo en 2014 una etapa de ensayo en Río Gallegos, Santa Cruz, donde hoy la mujer de Máximo Kirchner es ministra de Salud. Según reveló el diario Perfil, una semana antes de dejar la Casa Rosada, Cristina Kirchner le donó once de los buses odontológicos a la provincia, gobernada por su cuñada, Alicia Kirchner.
