Una acción de amparo dejó al descubierto un islote salarial de miseria que afecta a los ex empleados del Banco de Santa Cruz. Desde que Peralta asumió la gobernación, catorce ex empleados cobran salarios paupérrimos.
Una empleada del ex- Banco Santa Cruz con 25 años de antiguedad, presentó un recurso de amparo contra el Gobierno Provincial, ya que percibe la misma remuneración desde el año 2007 sin haber tenido desde entonces, ninguna recomposición salarial o recategorización.
La acción de amparo de la empleada pública es contra el gobernador Daniel Peralta con el fin de que proceda a abonar los haberes establecidos en decretos y normativas en vigencia, sumado los retroactivos correspondientes a partir de 2008.
La demandante asegura que “A pesar de que cuando era bancaria, cada cierto período laboral se nos ascendía”, pero eso dejó de hacerse efectivo desde el año 2007, cuando asume Daniel Peralta, “por ello entiendo que afecta garantías constitucionales” señalando además que “la Provincia, en la persona del gobernador y sus colaboradores, han hecho caso omiso a mis reclamos”, señala la mujer en su presentación.
La empleada del estado provincial, considera vulnerados sus derechos constitucionales, al percibir un salario de $2.677, muy por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil, establecido por el Gobierno Nacional que, en el año en curso, quedó fijado en $3.300.-
Esta situación deja al descubierto la insensibilidad del Gobernador para con sus propios ex compañeros de trabajo, a los que les paga salarios de miseria, mientras se gastan 150 mil pesos por mes en el mantenimiento del jardín de la residencia oficial.
La situación laboral de la denunciante es poco clara, ya que cuando se privatizó el Banco de Santa Cruz en 1998, los empleados (entre los que se encuentra el gobernador Daniel Peralta), pasaron a la órbita de la administración pública provincial, manteniéndose el régimen bancario. No obstante, pese a estar cumpliendo funciones habituales en diferentes áreas de la provincia, nunca fueron equiparados salarialmente con los empleados provinciales que cumplen la misma función.
En la misma situación se encontrarían al día de hoy, 14 empleados bajo el régimen bancarios, pero prestando servicios en la administración pública provincial. Fuentes fidedignas aseguran que tres casos llaman poderosamente la atención y sensibilizan al más pintado menos a su ex-compañero el gobernador Peralta, en las mismas circunstancias, se encontrarían dos de ellos con enfermedades terminales y una madre de hijo discapacitado.