sábado , 27 mayo 2023

Nepotismo en Santa Cruz, otra muestra de un lastre nefasto

Nuevamente, la familia Kirchner ha designado a un familiar en un cargo público, en este caso, la hija de la gobernadora es abogada en la Fiscalía de Estado provincial

La designación de la abogada Romina Mercado como parte del staff de letrados de la Fiscalía de Estado de Santa Cruz es un hecho grave, pero que lamentablemente ya no sorprende, pues confirma la vieja estrategia de los Kirchner de copar los Estados -nacional y provinciales- con nombres propios surgidos de esa familia o de allegados a ella.

La doctora Mercado fue designada en ese puesto por su madre, la gobernadora santacruceña, Alicia Kirchner. En lo que puede ser interpretado como una muestra de hipocresía, se estableció que su trabajo será ad honorem, aunque percibirá haberes «cuando las condiciones del servicio lo requieran y le sea encomendada una comisión, debiéndose liquidar los viáticos correspondientes», según se lee en el decreto provincial.

No se pone aquí en discusión la capacidad que la hija de la gobernadora pueda tener para desarrollar esos servicios, sino que haya sido nombrada por su propia madre en un puesto para el que seguramente debe de haber otras muchas personas capaces de ocuparlo. Ad honorem o rentada, esa labor nunca podrá estar libre de la sospecha de parcialidad, pues ha sido designada en un área, la Fiscalía de Estado, cuya misión es precisamente controlar la legalidad de los actos administrativos y la defensa del patrimonio provincial, con personería para demandar la nulidad de leyes, decretos, reglamentos o resoluciones contrarios a la Constitución del distrito.

Sin embargo, lo que a ojos de muchos mortales resulta antiético y nefasto, para los Kirchner no representa ninguna incompatibilidad. Es moneda corriente. Los antecedentes del caso dicen mucho: el diario Perfil dio a conocer que Romina Mercado fue abogada de su tía, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en una investigación judicial sobre la tan cuestionada como efímera consultora de la familia llamada El Chapel, y logró su sobreseimiento. Esa definición tuvo lugar en 2010, cuando en unos pocos meses la Justicia cerró casi todas las causas que investigaban a Néstor y Cristina Kirchner por su fortuna y sus negocios personales.

Hace poco menos de tres años, la hija de Alicia Kirchner trabajó en una compañía vinculada con Cristóbal López, otro de los empresarios cercanos a su familia, beneficiado con dineros del Estado. Actualmente, la abogada es presidenta de la firma Hotesur, la empresa hotelera en la que se investiga por presunto lavado de dinero a su tía y a su primo, el diputado nacional Máximo Kirchner. Y fue también quien en su momento presentó un escrito para pedir apartar de ese expediente al juez Claudio Bonadio por supuesta falta de imparcialidad del magistrado para llevarlo adelante.

La actual jefa de Romina Mercado en la Fiscalía de Estado es Angelina Abbona, de estrecha amistad con su madre, a quien Abbona también acompañó durante su gestión al frente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. La actual fiscal de Estado santacruceño también se desempeñó como procuradora del Tesoro durante la presidencia de Cristina Kirchner.

En esta oportunidad, Abbona vuelve a ocupar el cargo de fiscal de Estado que ejerció durante varios años en el mandato como gobernador del luego presidente Néstor Kirchner. Su actuar diligente y funcional al entonces mandatario provincial resultó decisivo para que el Tribunal Superior santacruceño levantara la suspensión de una consulta popular que le hubiera impedido a Kirchner seguir siendo gobernador en forma indefinida. «Todos para uno», empieza diciendo el refrán que se suscribe a pie juntillas en los feudos -que no han sido pocos- consagrados en nuestro país.

Junto con los Kirchner, los Zamora en Santiago del Estero y los Alperovich en Tucumán son apenas unos pocos ejemplos del nepotismo y de la impunidad con que se manejaron estos dirigentes y, por lo visto, piensan seguir haciéndolo.

Ese copamiento de los Estados volvió a quedar groseramente expuesto hace apenas un par de semanas, cuando el actual gobierno nacional decidió empezar a desbaratar el mayor clan que el kirchnerismo permitió que se instalara en la Casa Rosada.

Se trata de unos 30 familiares y amigos de Carlos Liuzzi, quien fue mano derecha del ex secretario legal y técnico Carlos Zannini, otro estrecho amigo de la familia presidencial y artífice de muchas de las medidas con las que el matrimonio santacruceño ha procurado cooptar a numerosos sectores del Poder Judicial.

A juzgar por lo expuesto, la designación de Mercado es otra pequeñísima muestra del lastre que arrastra nuestra administración pública.

Como ya hemos dicho desde estas columnas, éste sólo podrá ser superado con una profunda renovación en la dirigencia y de la forma de hacer política en nuestro país.

Es urgente que ello ocurra y que todos nosotros, como sociedad, nos comprometamos con los esfuerzos en pos de transparentar esas acciones, que reclamemos que se ejerzan los debidos controles y que aboguemos porque se aplique el correspondiente castigo a quien ha violado la ley. (La Nación)

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