Río Gallegos.- Familiares, amigos y colegas de la periodista María Lourdes Ferrando, marcharon este domingo por el centro de Río Gallegos en reclamo de justicia, ante el fatal accidente que le costó la vida hace hoy una semana.
Con el apoyo de la organización no gubernamental Estrellas Amarillas, que acoge a los familiares de las víctimas de tránsito, los padres de la periodista del Diario La Opinión Austral encabezaron el reclamo, que tuvo su epicentro en el tradicional izamiento.
Los manifestantes tras el izamiento, reclamaron a grito de justicia y con aplausos, que se esclarezca el accidente de tránsito que le costó la vida a Ferrando de 26 años de edad, y le causara heridas a otros cuatro jóvenes, tras ser atropellados por un automóvil conducido por Marcos Soto, cuando las víctimas cruzaban una calle.
Con pancartas y pecheras, los manifestantes solicitaron ante las autoridades locales que el caso se esclarezca y que se castigue al conductor, ya que se confirmó que conducía en estado de ebriedad. Soto de 34 años de edad, fue liberado el martes, tras prestar declaración indagatoria en el Juzgado de Instrucción N° 1 de la jueza Marcela Quintana.
“No queremos más casos Lourdes. Los padres no podemos vivir con miedo, temiendo que cuando nuestros hijos salen, alguien los pueda matar. Vamos a luchar por justicia, sin odio, pero en búsqueda de justicia”, dijo Elena Montenegro, junto a su esposo, tras encabezar la marcha que finalizó en la Plaza San Martín. Además ambos agradecieron a todos aquellos que han participado en el reclamo de justicia, y esperan que personas que fueron testigos circunstanciales del trágico accidente, ocurrido el domingo 23 de febrero en la esquina de las calles Urquiza y Entre Ríos, se presenten ante la Justicia para colaborar con su testimonio.
Para la referente de Estrella Amarrillas, María Sanz, las personas que han fallecido por accidentes de tránsito “han sido víctimas de la desidia, desapego a la vida, la falta de control, y falta de conciencia. El de Lourdes y otros casos eran evitables”. Además consideró que los familiares y amigos de las víctimas “no tienen que mendigar por justicia” y pidió que los conductores que protagonizaron accidentes fatales, cumplan las condenas correspondientes. Sanz perdió su hijo, Leandro, luego que el auto en que viajaba fuera embestido por otro, que era conducido por un joven que participada en una “picada” en diciembre de 2008. El conductor, Daniel Mareco, fue condenado a 8 años de prisión.