Desde la trasandina ciudad de Río Gallegos, ayer arribó a la zona el grupo folclórico Quelqún, que trajo al Festival en la Patagonia una dosis tan necesaria de la expresión dancística de este confín austral.
Pese al cansancio del viaje, sus muchachos dejaron anoche lo mejor sobre el escenario como segundo número de la jornada inaugural. Adrián Alvarado, director de este conjunto, integrado por hijos de padres chilenos, destacó la esmerada selección del cuadro de danzas preparado para ésta, su segunda visita al escenario mayor luego de presentarse en el festival el año 2010.
En este retorno al frente de un grupo de 15 jóvenes, entre 6 a 30 años, el grupo incorporó cuadros de integración entre folclore chileno y argentino, fusionando ambas expresiones arriba del escenario, con cambios de vestuario y una mezcla entre danzas tradicionales argentinas como el malambo y el zapateo de la zona huasa.
Hacer folclore chileno es más difícil en Argentina, confesó, lo cual no ha sido impedimento para cultivar expresiones de ambos países, “y la sangre del folclore chileno que la llevamos por nuestros padres”. De ahí que su desafío fuera el doble, buscando superar lo mostrado en su presentación anterior y seguir creciendo en la parte cultural.
Como grupo existen hace seis años, y en Gallegos estuvieron trabajando un tiempo con el Centro Chileno, y hoy lo hacen independientes en el Centro Comunitario del Carmen, al lado de la iglesia Nuestra Señora del Carmen.
Alvarado destacó que “este escenario es muy importante para crecer folclóricamente y seguir sumando escenarios como éste en el concierto patagónico”.
La Prensa Austral