Que la Pobreza no impida ver al ser humano que la padece.
El pobre, la persona pobre, constituye una responsabilidad que afecta e involucra a todos los seres humanos. El pobre no puede esperar, la pobreza es un ataque a su dignidad humana.
La pobreza es responsabilidad exclusiva del Estado y de sus gobiernos. En ellos recae, sin concesiones,las responsabilidades económicas, políticas y sociológicas que impulsan la pobreza.
El pobre, la persona pobre, constituye una responsabilidad que afecta e involucra a todos los seres humanos. El pobre no puede esperar, la pobreza es un ataque a su dignidad humana.
Ser pobre es también impotencia, falta de autoestima y de libertad, necesidades, angustias, miedos a su futuro y al de sus hijos, a la falta de oportunidades.
Es el ser humano “sometido a la necesidad extrema, conducido hasta el límite de sus recursos. Es el infortunio. Para él todo parece perdido. La oscuridad golpea sus corazones”.
La pobreza es también desigualdad e inequidad. Es hambre, falta de un techo, es estar enfermo y no poder ser atendido, no poder ir a la escuela, no tener trabajo. Sus consecuencias afectan a todos. Es una condición de la cual se quiere escapar.
La noción amigo/enemigo que se ha instalado en el país impide reconocer que la pobreza, la exclusión y la marginación no solo no han disminuido sino que se han estructurado cruelmente y nos golpean el corazón en cada rincón que transitamos.
Para salir de la pobreza los gobiernos deben generar excelentes condiciones nutricionales y ambientales para el acceso a una buena EDUCACIÓN.
Una educación que, además de formativa, se centralice en resolver las consecuencias psico-emocionales del ser humano que nace y crece en la pobreza. Que eleve su autoestima y lo prepare para afrontar el desafío de una sociedad que puede resultarle extraña.
El capital más importante es el capital humano. La educación es el único camino para aumentar el capital humano.
Generar iniciativas para que los más pobres puedan acumular capital humano a través de una mejor educación, para poder escapar de la pobreza y movilizarse socialmente.
Es difícil salir hoy de la trampa de la pobreza sin educación.
La desocupación de quienes no concluyeron el ciclo secundario es tres veces mayor que quienes la terminaron. De lo que se trata es de aumentar la capacidad, el capital humano, de los pobres para obtener mejores ingresos permanentes.
Estamos lejos de una sociedad con igualdad de oportunidades. Es grave la segmentación social entrequienes se incorporan capacitados a la nueva sociedad tecnológica y quienes, no capacitados, quedan excluidos de la productividad del trabajo.
Para hacer equitativa la distribución del ingreso es ineludible comenzar por hacer equitativa la distribución del capital humano mediante la Educación.
Erradicar la pobreza y la desigualdad social es un desafío que involucra a la nación toda: sociedad y Estado.
Únicamente el diálogo entre TODOS los argentinos podrá cambiar esta injusticia. Que nadie sea tan pobre como para tener que subestimar su existencia.