El Espejo Diario Diario Digital de la Región Patagónica
Desde el fin de semana, el valor de la nafta y el gasoil sufrió un ajuste que va desde el 2% al 12%, según las estaciones de servicio.
Se trata del séptimo aumento en lo que va del año de los combustibles que promedian una suba acumulada cercana al 40%.
En el caso de YPF, el aumento fue el más bajo porque sólo trasladó a los precios el aumento del impuesto a los biocombustibles que rige desde hoy. En cambio, Shell ya actualizó sus valores aplicando el impacto parcial de la devaluación.
En las estaciones de la ciudad de Buenos Aires, el litro de la “súper” en YPF pasó a valer de 29 pesos a 30,34 pesos, lo que representa un alza del 2%, mientras que la “premium” escaló 2,13%. El gasoil trepó 1,7% en el de mayor categoría y 1,4% en gasoil común.
En tanto, Shell aumentó sus combustibles un 12% debido a que aplicó el impacto de la escalada del dólar. El litro de la “súper” pasó a valer de 30,98 a 33,91 pesos, mientras que la premiun saltó un 10% y pasó a valer el litro de 36,95 a 40,99 pesos, en estaciones de la Capital Federal.
Previo al aumento, los automovilistas de la ciudad hicieron cola en las estaciones de servicio para cargar combustible y esquivar el aumento al menos por unos días. Como en el resto de la patagonia, el precio diferencial es del 22% con respecto a los precios que se manejan en el norte de país. Esto se debe a la exención del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC), vigente desde diciembre de 2015.
La ley 27.209 estableció una reducción en el gravamen del 22% en las naftas en beneficio de las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, el partido bonaerense de Patagones y el departamento mendocino de Malargüe.
El objetivo de la norma fue restituir una ventaja histórica que la región perdió en la década de los 90, cuando al sur del paralelo 42 se pagaba un precio diferencial mediante un subsidio del Estado nacional.
(iF)La Opinion Austral
