La actitud altruista y solidaria de la comunidad, hizo que a una niña santacruceña le mejore un poquitito más la vida. El martes va al Garraham.
Mucho, de verdad mucho, fue lo que ayudó la comunidad de Puerto Madryn al caso de Tomás Maya y su hijita, Luz. No solo en dinero; en ropa, en alimentos, en pañales y juguetes. Además, en la atención médica.
Es sabido que muchos padres hacen lo que sea para que sus hijos reciban la mejor atención; aunque desde el Estado nos pidan que esperemos. Tomás no quiso esperar y se fue. Solo llegó hasta Puerto Madryn. Llegó a la terminal y, allí, conoció una comunidad que le extendió muchas manos.
La noticia se hizo eco nacional, porque varios medios de la ciudad lo dieron a conocer. La historia llegó a oídos del área de Salud de su Provincia, Santa Cruz; que ya estaba al tanto; pero también al Ministerio de Salud de la Nación. Con la colaboración del área de Discapacidad de la Municipalidad de Puerto Madryn, logró un lugar para pasar la noche y la tramitación para volver a su localidad.
Pudimos saber que, desde allí, apresuraron los trámites y el próximo martes estaría visitando el Hospital Garrahan, que tanto insistió Tomás para que sea atendida Luz. Recordamos que él no puede trabajar; por un lado por una discapacidad que tiene y por el otro porque necesita cuidar a la niña todo el día. El subsidio que le dan es de 1500 pesos mensuales para atenderla.
Más allá de todo eso, Tomás hace llegar a la comunidad de Puerto Madryn un fraternal abrazo y agradecimiento por todo lo que en un solo día pudo lograr, con solo pisar suelo madrynense; por el apoyo de su gente, y porque desde los medios de comunicación pudimos visibilizar a nivel nacional su caso; que ahora va por un mejor camino.
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Tomas Maya es discapacitado y padre de una niña con una discapacidad severa. Debe ir al Garraham. Vive en Pico Truncado, en Santa Cruz, y solo pudo llegar a Madryn; y su gente volvió a mostrar su lado solidario.
Tomás es padre de una niña de cuatro años; y desde los cuatro meses está a cargo sólo, luego que la madre los abandonaran. El padre es epiléptico y sumado a la necesidad de mantener un cuidado permanente no le permiten desarrollar una actividad laboral. Es por ello que no tiene Obra Social; y cuenta con un “carnet de discapacidad de la Provincia de Santa Cruz; que dice que ellos tienen que hacerse cargo. Es que no lo hacen” dijo Tomás.