Eduardo Luaces destacó las ganas de seguir aprendiendo y especializarse por parte de los locales. «Esto es muy positivo no sólo para ellos sino también para nosotros que aprendemos cómo están, cómo se manejan y cómo son los torneos».
Otro punto destacado en la conversación entre pares, fue la necesidad de aprovechar el clima del verano para que los jugadores tengan más fechas de competencia y entrenamiento. Esos meses de inactividad marcan diferencias importantes en el estado físico de los deportistas.
En cuanto a la captación de talentos, indicó: «no vemos la actualidad del jugador, lo vemos proyectado a futuro. La técnica, el talento, el jugador inteligente, de personalidad, veloz son cosas que, por más tiempo que los tengamos en el club, son innatas y vienen de fábrica». Cuando detectan alguna de esas características ven las mejoras que pueden tener a futuro en el Club San Lorenzo.
El trabajo de dedicarse a observar jugadores en todo el país, captando sus habilidades es una tarea ardua poco reconocida. «La satisfacción pasa por el trato con los chicos, la relación que queda y cuando llegan a ciertos niveles que es el objetivo primario que tenemos». Todos los jugadores que hoy triunfan a nivel nacional y mundial han salido de formadores de división de juveniles, recordó Luaces.
(if) la vanguardia