Por La Prensa Austral
Punta Arenas.- “Nosotros presentamos una querella por la falta de un protocolo médico en casos urgentes, procedimiento que de haber rexistido posiblemente habría salvado la vida de Roxana. Sin embargo, a la luz de las diligencia que ha encargado la Fiscalía, entendemos que se está indagando sobre una presunta negligencias médica, siendo que pretendemos perseguir las responsabilidades administrativas y políticas en esto”, señaló el abogado Juan José Arcos, al referirse ayer a la causa que investiga la muerte de Roxana Ruiz Rojo, joven de 21 años, que murió tras dar a luz a su hija, en el hospital de Porvenir.
Nuevas diligencias solicitará Arcos al fiscal que conduce la investigación, Oliver Rammsy, entre ellas, la toma de declaración de la ministra de Salud, Carmen Castillo, del ex director de Servicio de Salud, hoy intendente, Jorge Flies, y el ex intendente regional Claudio Radonich, ya que, aseguró el querellante, existía un compromiso verbal de dichos actores para implementar un sistema de rondas médicas de urgencia, el cual consideraría el traslado de doctores a los lugares donde están los pacientes que no puedan ser trasladados por la gravedad de su estado de salud.
La querella, interpuesta un mes después de la muerte, argumentaba que “en esas condiciones y ante la falta de un servicio de rescate apropiado y ante la falta de especialistas, y contando con un equipamiento obsoleto, profesionales no calificados para realizar una cesárea comenzaron el procedimiento médico, el que se vio dificultado, por la imposibilidad de inyectar a la paciente con anestesia raquídea, lo que se intentó en dos ocasiones pero no pudo realizarse por la falta de expertís. Ante este cuadro la madre debió ser tratada con anestesia general y durante la cesárea, Roxana Tamara perdió 3,5 litros de sangre, producto de lo cual falleció”.