Río Gallegos.- El nuevo intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, precisó que sólo halló en las cuentas del municipio unos 347.000 pesos, y requiere unos 50 millones de pesos para afrontar los haberes de julio. Además debe abonar los sueldos del personal jerárquico del mes de junio y necesita unos 4,1 millones de pesos.
Se aguarda el ingreso de unos 30 millones de pesos por coparticipación, por lo que el flamante jefe municipal esperará una ayuda extraordinaria por parte del gobierno nacional.
Grasso que asumió el viernes pasado tras la renuncia de Raúl Cantín acorralado por una crisis política y financiera, prometió que “volverá la normalidad” a Río Gallegos, y espera recuperar la recaudación para que “el vecino vea que los recursos van estar bien administrados”, aseguró el ex edil.
Adelantó que mantendrá una reunión con representantes de la empresa Línea Siete, que han amenazado con abandonar la ciudad, sino se salda la deuda y se renegocia un nuevo convenio. “No vamos a impedir que Río Gallegos se quede sin transporte público”, afirmó Grasso en declaraciones a FM Al Sur.
Por otro lado, se mostró confiado en que “vamos a poner en marcha” el municipio a pesar de la crisis, pero que “no vamos a permitir que nos levantes paredes”, sin aclarar esto último si se refería al Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) o a los dirigentes de la oposición.
“El único interés que vamos a defender es a los vecinos”, afirmó el jefe comunal kirchnerista, quien aguarda tener el apoyo financiero del gobierno nacional para superar la crisis en medio de la campaña electoral.
Grasso estuvo recorriendo durante el fin de semana dependencias del municipio y supervisando el plan de contingencia que no llega a normalizar los servicios básicos en la capital, tras más de 120 días de huelga de los afiliados del SOEM que reclaman un suba salarial del 15 por ciento acordado en paritarias del año pasado.
También señaló que han solicitado a las empresas instaladas en la ciudad colaboración y amenazó con “decir cuales fueron las empresas que no nos quisieron dar una mano”.
Afirmó que habrá una auditoria, tras la fracasada gestión del ex intendente Cantín, pero esto servirá para demostrar que “cuando decimos que la plata no alcanza, es verdad”.
En cuanto a su equipo de gobierno, confirmó que continuará el arquitecto Gastón Forneris seguirá a cargo de Obras Públicas, pero habrá cambios en las direcciones de los corralones. No lo ratificó, pero trascendió que al igual que Forneris, continuará el secretario de Desarrollo Comunitario, Daniel Álvarez, cercano a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los concejales de la UCR han exigido al nuevo intendente, quien ya adelanto sus deseos de postularse al cargo, que revela las cuentas de la comuna, como se exigió desde el Concejo Deliberante durante los últimos años.