Río Gallegos.- La concejal Rosana Larcher reveló hoy que hay “sospechas” de sobreprecios y corrupción en los contratos de obra pública entre empresas privadas y la administración del intendente Raúl Cantín.
“Genera sospecha ver por los medios gráficos que se firmen contratos con empresas privadas cuando hay empleados municipales para hacerlo. Para arreglar la plaza Gaucho se ha facturado más 700.000 pesos una plaza pequeña, teniendo tantos empleados que lo pudieran hacer”, dijo Larcher.
Sobre la relación con el Ejecutivo municipal, adelantó: “No voy a tolerar más tiempos de demoras, como es el caso de presupuesto. Ya no tengo tolerancia, porque esto pasó el límite de la tomada de pelo”, agregó la edil kirchnerista.
“No se acerca personalmente a la gente, ni tampoco mirándolo o teniendo en cuenta los proyectos que presentamos”, disparó contra Cantín ante los vetos a las ordenanzas que se sancionan en el Concejo Deliberante. “Con los fundamentos de los vetos pareciera que nos están tomando el pelo. No se quien les realiza los vetos, pero si tiene un odontólogo en la Secretaría de Obras Públicas no me quiero imaginar a quien tiene analizando los proyectos de ordenanzas”, agregó en declaraciones a la emisora LU 14.
Además reiteró que tiene “una desilusión” con la gestión el intendente, y que realizó una autocrítica al señalar que reconoce que “se equivocó” cuando en las elecciones de 2011 apoyó la campaña de Cantín. “Tengo que pedir disculpas también a los vecinos. Hay que conocer la calidad humana, más que la trayectoria política de los candidatos”, remarcó apuntando al jefe comunal kirchnerista.
El concejal Juan Carlos Figueroa, apoyó a su par de bancada, y también apuntó contra Cantín, y aseguró ayer durante la sesión: “Nunca estuvo con los vecinos y no reconoce las instituciones de las democracia”, disparó al referirse a la falta de gestión y del veto de las ordenanzas, que cuestionan los ediles.
Asimismo el ex legislador provincial consideró que los dichos de su compañera fueron a causa de “una reacción justa”, pero aclaró que “ningún concejal tiene nada contra el intendente, pero esta gestión no funciona” y para colmo “todas las ordenanzas que hicimos fueron vetadas”. En este sentido, reconoció que él no presentó proyectos de ordenanzas, porque los que presentó fueron frenados.
Sobre la posibilidad de un posible juicio político, afirmó que “estamos lejos de un juicio político. Jamás lo haríamos, y antes de realizarle un juicio al intendente, renunciaría a la banca”, afirmó en diálogo con LU 14. Por otro lado, opinó que “no le vamos a echarle toda la culpa a Cantín, porque hubo una gestión anterior de 8 años”, en referencia al su antecesor Héctor Roquel (UCR).
El presidente del Concejo Deliberante, Pablo Grasso, acusó al jefe municipal de buscar “desaparecer” al cuerpo deliberativo, no sólo por el veto de las ordenanzas que se sancionan, sino por no haber colaborado en el trasladado al nuevo edificio. En este sentido, el edil aseguró que esta posición del Ejecutivo municipal “el único perjudicado acá es el vecino”.
El concejal de la oposición Pablo Fadul (UCR) afirmó durante la sesión que “la concejal Larcher no esta sola”, y que él también esta desilusionado con la actual administración, a pesar que no ha votado a Cantín. Sin embargo, afirmó que el jefe comunal está “tomando en joda” al Concejo Deliberante.