Puerto Madryn.- Por ser un poco “piadosos”. El fallo de la Cámara de Apelaciones en una lectura de su parta argumental deja en claro que las medidas adoptadas por el Gobierno solo fueron dilatorias; y que incumplieron con su deber como funcionarios. Y lo que es peor, hicieron todo para que Alpesca sea el mayor “Elefante Blanco” de la historia local.
Tiendo a descreer más de la “inutilidad” de los funcionarios que de su honestidad; y no estoy afirmando nada en este caso. Pero, como para muestra basta un botón; acá tenemos un ajuar completo como para que usted saque sus propias conclusiones.
La Cámara de Apelaciones de Madryn emitió un fallo “lapidario” sobre el Gobierno Provincial que conduce Martín Buzzi; y que en cabeza de sus funcionarios Dufour y Albornoz, entre otros, pareciera habrían hecho todo lo posible para que esto “se vaya de las manos”. Pero ya nos adentraremos en el detalle de los argumentos del mismo. Sin embargo, para refrescar un poco la memoria, vale hacer un somero racconto de una historia que, como calificó una empleada, parece “de terror”.
Pero si parece a propósito
Una vez, la Alpesca fue del Grupo Alpargatas, caminó tristemente para dejar “a pata” a su gente. Los sudafricanos de Irvin and Johnson, tras no encontrar un camino adecuado a sus finanzas le vendieron la planta al Grupo Baldino; que al no poder imponer su postura de “modelo marplatense” dejaron en manos a la misma del inefable Omar “Cura” Segundo; un cuestionado empresario que siendo un simple monotributista se hizo de la empresa más importante de la Patagónia.
Tras el descubrimiento de más de cien kilogramos de cocaína en otra de sus plantas pesqueras, comenzó la caída en picada de Alpesca. Esto no quiere decir que tenga vinculación alguna, es un dato para recordar fechas. Al no poder afrontar los costos de la firma, el mismo estado Provincial le da 10 millones de pesos de CORFO, que nunca devolvió.
Tras la búsqueda de distintos actores de un comprador, entre los cuales apareció hasta un pizzero, una empresa Belga, entre otros, un pequeñísimo empresario que compraba pescado en Rawson en pocas cantidades, adquirió la firma; pero nunca pagó. Ahí apareció Renato Aleua, que “le prestó” el dinero a Federico Otero; a quien investigan por “venta fraudulenta”. Qué historia, no?
Alpesca cayó. La provincia en un “manotazo de ahogado” intervino los bienes y creó un Comité de Administración. Este debía preservar los bienes. La gran tormenta de abril del año pasado, hizo de las suyas y tiró los barcos a la costa; y la gente le había advertido a Albornoz, titular de ese comité de los riesgos. Pero nadie escuchó.
Llevamos gastados cerca de 100 millones de pesos en subsidios, en gastos que no sabemos de qué; uno de los barcos que tiró sentina el Golfo. Y los barcos siguen ahí.
Irresponsables
Ahora bien. Qué dice el fallo en sus partes destacadas. La parte resolutiva establece:
DECLARAR ABSTRACTO el recurso de apelación impetrado por la apelante Provincia del Chubut, sin costas (art. 69, 2° parte, del CPCC)
Pero, en qué se argumenta el caso. El fallo indica en su parte argumental que como la jueza Eroles se excusó de la petición, en el fallo recurrido “Dice que la Provincia plantea un cambio de circunstancias respecto de las anteriormente invocadas, pues la Prefectura Naval Argentina ha condicionado la expedición de los certificados de seguridad y traslado de los buques a la previa autorización del Tribunal…”.
Es por ello que la primer magistrada sostiene que “Arguye que mediante el Decreto Provincial 180/14 se creó un Comité que tiene a su cargo la administración de los bienes sujetos a expropiación, el que se encuentra facultado para llevar adelante todos los actos del giro ordinario para la debida conservación y mantenimiento sobre los buques, incluso cuando se requiera el traslado de los mismos. Por lo que existiendo una ley que lo faculta expresamente no se advierte la pertinencia de lo solicitado”.
Es un dato importante que surge del argumento que “Destaca que las leyes de expropiación, tanto provincial como nacional, no autorizan a la a quo a levantar medidas cautelares dispuestas por otros jueces, ello en atención al objeto del proceso y en tanto el destino y administración de los bienes corresponde al Estado expropiante.”
Acá aparece un dato central en el caso, que está vinculado a unas cuestión de prelación de las normas jurídicas; leer con atención: “En la fundamentación de su recurso el quejoso indica que las facultades con la que cuenta el Comité de Administración en la práctica son desconocidas por la PNA, a causa de su reglamentación interna. Las mismas solo autorizan al propietario y/o armador del buque que se encuentren inscriptos en el Registro Nacional de Buques, a solicitar la autorización del certificado de seguridad de navegación y/o zarpar y/o llevarlo a dique seco. Mientras tal inscripción no pueda formalizarse se requiere comunicación específica de la jurisdicción donde se lleva adelante el juicio de expropiación.” Y que “es evidente que la transcripción de las facultades del Comité de Administración no alcanza a la autoridad marítima. Tratándose la expropiación de una venta forzosa, hasta que las inscripciones se perfeccionen a favor del Estado provincial, se requiere de una orden judicial.”
Por otro lado recuerda que existe un fallo de la Justicia Laboral y que el “Sr. Héctor Omar Albornoz, en virtud del incumplimiento de los deberes expresamente determinados por el Decreto 180/14, a fin de que proceda a tramitar la expedición del Certificado Nacional de Seguridad de la Navegación y el traslado a dique seco de los buques objeto de expropiación.”; va de suyo que “Incumplida la medida, la Sra. Jueza interviniente dispuso su intimación por un plazo de tres días, bajo el apercibimiento de lo dispuesto por los arts. 239, CP y 804, CCCN, sin que hasta el día 26.06.2015 se hubiese acreditado el cumplimiento de lo ordenado en dichos autos.”
Ademàs: “Es decir que, conforme con las constancias de los autos que se tienen a la vista, tanto lo ordenado por el Sr. Juez Federal de Rawson como lo dispuesto por la Sra. Jueza en lo Laboral de esta Circunscripción Judicial ha sido desoído tanto por el Estado provincial, como por la Prefectura Naval Argentina, como por el Presidente del Comité de Administración, Sr. Héctor Omar Albornoz, sin motivo que lo justifique. Por tal razón, una nueva solicitud de características similares con idénticos fines (expedición del Certificado Nacional de Seguridad de la Navegación) carece en esta sede de objeto actual y toda resolución que pudiera recaer con respecto a esta cuestión se tornaría inoficiosa.”. Esta es la parte, a mi humilde entender, destacada del fallo. No obstante, dejamos una copia de dicha sentencia completa a su disposición.
Háganse cargo
Una ilación de los hechos que trascurrieron desde que inició esta historia de una caída anunciada, nos permiten observar claramente que, si algo se hizo mal; no sería por imbecilidad; creo que tanto el Gobernador Martín Buzzi como sus funcionarios son personas idóneas y doctas. Pero existe una concatenación de sucesos que claramente no estuvieron a la altura de las circunstancias.
Los abogados han de conocer exhaustivamente el alcance de las normas; y mucho más el principio de prelación de las normas jurídicas. Gastaron fortunas en subsidios (y la gente tiene necesidad), en reparaciones que pudieron evitarse, en darle dinero compulsivamente a una persona que hoy está sospechada de muchas causas; y Alpesca hoy sigue ahí tirada, igual que sus barcos. Los permisos están a punto de perderse; y este gobierno se va dejando el tendal a una ciudad que fue una de las que más aportó para que en su momento Buzzi sea gobernador.
Sin embargo, la frágil memoria de este funcionario, lo llevó a tomar a Madryn como una ciudad “enemiga”. Acá solo hubo plata para darle en mano a su gente, las obras grandes no existen; y las pocas que hicieron están mal hechas. Pero eso será análisis para el día de su partida del poder. Lo cierto es que tuvieron la mitad de su mandato y no lograron más que generar más desastre al desastre que ya había en este caso.
Tal vez exceda el rol de comunicador y de una editorial periodística; pero a uno le gana el corazón de madrynense y no puede hacer más que preguntarle si todo esto fue un plan maquiavélico; y si es así, lo felicito. Salió muy bien. Hoy Alpesca es una incógnita tan grande como cuando comenzó; y los señores se van en una semana, y dejan que “la braza caliente” la agarren los que vienen. Una pena realmente.
Una última reflexión. Una vez un abogado amigo me dijo, “Nico, en este país nunca nadie va ir preso por corrupción. La política no paga”. ¿Será tiempo que de una vez por todas algún político deba afrontar las consecuencias de sus actos como cualquier hijo de vecino? No lo sé. Como tampoco sé el final de esta historia; a la cual no le veo uno muy feliz. Por ahora. Bah! digo, de repente; me parece…
Fallo Completo: sentencia-alpesca