Chubut.- El gobierno chubutense ratificó hoy que continúa impulsando un proyecto integral estratégico que busca el desarrollo de políticas públicas orientadas tanto a la investigación como al estimulo de actividades relacionadas al mar y a la diversidad productiva, de cara a los próximos diez años.
Esta iniciativa que se incluye dentro de un programa nacional, inició su cuarta y última etapa de la campaña oceanográfica en las aguas del Golfo San Jorge, con el recambio de la tripulación. La misión del buque científico Coriolis II zarpó el lunes por la tarde del Puerto de Comodoro Rivadavia, con una nueva dotación de científicos argentinos y canadienses a bordo, para desarrollar el análisis geológico del talud continental y del Golfo, con el objetivo de definir cartografía de fondo e identificar los tipos de sedimentos y fauna existentes.
La campaña, la primera a nivel país, se da como corolario de una serie de acuerdos científico académicos de cooperación bilateral, entre el Gobierno del Chubut, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, el CONICET y la Universidad de Quebec.
La misión para relevar información desde un amplio abanico de disciplinas, comenzó a fines de enero y se extenderá hasta el 4 de marzo aproximadamente. “En esta etapa nos dedicamos a la topografía del fondo submarino del Golfo San Jorge y las partes geológicas”, apuntó el jefe científico de la campaña por la parte argentina, Miguel Haller, doctor en Ciencias Geológicas, investigador del Centro Nacional Patagónico (CENPAT).
En este sentido, detalló que “se aplicarán técnicas directas e indirectas. Las partes geológicas se estudian de un modo directo a través de muestras con una draga de cajón que levanta un bloque de sedimentos submarinos o mediante un caño que se hinca en el fondo submarino y permite recuperar hasta siete metros de material del fondo”.
Al respecto, Haller señaló que estas muestras en términos científicos, “son un registro de los eventos geológicos que se produjeron en los últimos cinco mil años, y servirán para averiguar si se produjeron cambios climáticos, o algún deslizamiento del fondo, así como también se podrán observar si hubo cambios en los organismos que vivieron durante ese periodo”.
“Se aplicarán también métodos de estudios indirectos, para realizar un perfilaje sub superficial, a través de la emisión de ondas que luego son recuperadas por geófonos, y mediante cálculos se pueden visualizar cómo es la sucesión de las capas hasta los 150 metros de profundidad. Además para hacer la topografía del fondo submarino se utilizará una ecosonda multifrecuencia” explicó el científico.
“Por la noche se tomarán los datos de las ondas que se emiten y las que se recuperan, mientras que de día se hacen los muestreos”, puntualizó Haller.
La trayectoria fija una primera etapa de estudio con un cuadrilátero que abarca la mitad sur del Golfo, desde la línea costera hasta llegar al talud continental; para luego avanzar con cuadriláteros más pequeños en la mitad norte. La comitiva científica está compuesta por un total de 14 investigadores tanto argentinos como canadienses, entre los que se encuentran estudiantes de posgrado, profesionales y técnicos, indicó el gobierno provincial en un comunicado.
Haller apuntó que “se trata de ver el estado actual del golfo desde un aspecto práctico antes que se empiece con una actividad petrolera más intensa y tratamos de contribuir a la ciencia a través de los estudios específicos que llevaremos a cabo”.
En este sentido, señaló que “vemos un atraso en lo que hace al conocimiento de nuestra plataforma continental con respecto a otros lugares del mundo, por lo que pensamos tener una línea de base sobre cómo es el estado actual del fondo, si es que en algún momento comienza alguna etapa de explotación petrolera off shore, y pretendemos descubrir si hubo movimientos geológicos que pudieron poner en peligro alguna actividad ya sea petrolera, pesquera o cualquier otra sobre el fondo marino”.
Asimismo, el científico valoró que “este es el primer reconocimiento que se hace en el Golfo donde tendremos una densidad de información alta” y agregó que los datos servirán de insumo para la realización de un informe que estará a disposición de las autoridades provinciales y los investigadores de la campaña.
Por último, se hará un estudio en detalle de las muestras recolectadas así como la elaboración de la información geofísica para lo cual se tendrá un plazo de dos años para publicar, y una vez finalizado este período la información quedará liberada para acceso público.