Ernesto Siguero lo reveló en conferencia de prensa de la Confederación Rural Argentina, en Buenos Aires. Mostró las imágenes dramáticas obtenidas por Jornada. Además el gobierno provincial aseguró que no habrá lluvias.
El titular de la Federación de Sociedades Rurales de Chubut, Ernesto Siguero, estimó ayer que ya podrían haber muerto 500 mil ovejas en la meseta de Chubut, al centro norte de la provincia, por las cenizas volcánicas, dado que los productores denuncian una mortandad que oscila entre 40 y 80 por ciento de animales.
En el mismo sentido se pronunció ante Noticias Argentinas Luis Sacco, titular de la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro, al confirmar que la zona afectada de su provincia es de cuatro millones de hectáreas, con 1.700 productores y unas 750 mil cabezas ovinas afectadas en la misma proporción, es decir un promedio del 50 por ciento de muertes.
Suma desastrosa
Entre Chubut y Río Negro la mortandad puede llegar a más de 800 mil cabezas, pero como explicaron a NA se trata de un “proceso dinámico” ya que las ovejas muertas se suman cada día por la sequía previa y las cenizas del volcán chileno Puyehue.
Ambos dirigentes participaron de la conferencia de prensa que encabezó el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Juan Carlos Goya, para denunciar la crítica situación que atraviesan los productores ovinos y sus trabajadores.
“Desde que el 4 de junio comenzó la erupción del volcán pasaron cuatro meses y las consecuencias económicas y sociales que se prevían, suceden”, dijo Goya quien a su vez es productor ovino de Chubut. Destacó que “se está muriendo mucha hacienda y el resto se encuentra en situación terminal, lo que presenta mucha angustia a
los productores”. El material fotográfico que exhibió CRA es estremecedor ya que muestra ovejas esqueléticas, mal esquiladas porque no se pudo realizar bien el trabajo por la ceniza y pilas de cadáveres en dos establecimientos chubutenses. “En algunos casos el efecto se debe a sequía sobre ceniza”, expresó el titular de CRA. Sacco admitió que también hay mortandad que todavía no han precisado cantidades de bovinos en la zona de la cordillera rionegrina y chubutense.
Crece la capa
Una constante que se evidencia en estas últimas semanas es la acumulación de cenizas que superan los 15 centímetros de profundidad por los vientos patagónicos en nuevas zonas que antes estaban libres del flagelo.
Siguero analizó que podría “darse una imagen de que esto podría ser el fin de una actividad”, sin embargo detalló que en Chubut hay floración daptada a los cambios climáticos. “Debe darse un cambio del sistema de producción que ya lleva 150 años, es extensivo y evidentemente no funciona más”.
“Hay que trabajar sobre suplementación estratégica, suplementar con alimento en la encarnerada, hay que trabajar de manera distinta y para eso necesitamos un plan ganadero a mediano plazo, no trabajo a coyuntura”, dijo a NA.
Encima suben los costos
En la conferencia los productores ovinos reclamaron medidas urgentes para impulsar la actividad y el arraigo. Y es que la erupción del volcán “puso nuevamente en evidencia los problemas recurrentes de la ganadería ovina en la Patagonia”, hace varios años en crisis por la sequía. Otro problema que enfrentan los productores son los vaivenes en el precio de la lana y un aumento continuo de costos. Por eso, solicitan la eliminación de derechos de exportación a la lana y a la carne ovina, que se encuentran entre el 5 y el 10 por ciento en el primero de los casos y en el 5 por ciento para la carne.
La meseta chubutense está en una situación dramática porque la mezcla de viento, calor, sequía y cenizas aumentó gravemente la mortalidad de animales, indicó la Sociedad Rural. “La ayuda debe concentrarse en los pequeños y medianos productores que perdieron sus animales y asistir con forrajes y comederos a quienes aún posean su majada para que no la pierdan”.