El peritaje no pudo hacer la trazabilidad de los fajos de dólares; Rafecas ordenó que los casi US$ 9 millones queden guardados para un eventual decomiso
Sin poder identificar la procedencia de los US$ 8.982.047 que José López cargó en bolsos la noche que fue detenido en el convento, el juez federal Daniel Rafecas ordenó ayer trasladar el dinero a Capital Federal para que sea guardado en el Tesoro del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El magistrado había pedido un peritaje debido a que algunos de los bultos que habían sido encontrados en los bolsos de López parecían estar fajados y termosellados. Pero ayer, el BCRA informó que no pudo establecerse la trazabilidad de los casi US$ 9 millones secuestrados.
«No es posible identificar a qué fajo o bulto corresponde el canje informado», explicó el BCRA mediante un oficio al magistrado. La entidad aclaró que su Gerencia de Estadísticas de Exterior y Cambios sólo cuenta «con la información proporcionada por las entidades autorizadas a operar en cambios en cumplimiento del apartado A del Régimen Informativo de Operaciones de Cambio (RIOC)». Es decir, con las operaciones de cambio que el BCRA tiene registradas de manera oficial, no fue posible encontrar coincidencias con los fajos de López.
Más allá del peritaje, un operativo del GEOF trasladó ayer el dinero secuestrado desde la casa matriz del Banco Provincia en La Plata -donde permanecía guardado desde la detención de López el 14 de junio- hasta el Tesoro del BCRA en la ciudad de Buenos Aires. Eso no había sido posible antes, debido a que la entidad reguladora carecía de lugar porque tenía almacenados los nuevos billetes de 500 pesos.
El dinero de López estará guardado en el Tesoro del BCRA de manera provisional, hasta que eventualmente se ordene el decomiso y la devolución del dinero al Estado nacional. Eso ocurrirá en el caso de que López reciba una condena, ya que la legislación vigente indica que no se puede disponer de los bienes secuestrados en casos de corrupción hasta que no haya un fallo condenatorio.
López declaró que el dinero de los bolsos provenía de la política
Declaró Devoto
Pasados ocho días de la indagatoria de López, declaró en carácter de testigo Jorge «Topo» Devoto, publicista y militante cercano al kirchnerismo y allegado a la ex presidenta Cristina Kirchner.
Devoto negó ante la Justicia haberle mandado un mensaje incoherente por WhatsApp a López en las horas previas al escándalo del convento. «Yo nunca le mandé un mensaje que decía «qué hacés leñador»», dijo.
En lo que pareció un mensaje político, el ex secretario de Obras Públicas había involucrado a Devoto en el extraño relato que hizo de los días anteriores a su raid con los casi US$ 9 millones. «El lunes 13 de junio, por WhatsApp me ingresó una frase incoherente, de un amigo que decía «qué hacés leñador». Ese mensaje era de un amigo, el Topo Devoto, que siempre me manda mensajes acerca de la campaña y demás», había declarado en su indagatoria López.
Consultado acerca de la interpretación que le había dado al mensaje, el ex secretario de Obras Públicas respondió que, dado que el día anterior había agarrado «un machete» y había cortado «una caña larga hueca» para romper camalotes en la zona de su casa, entendió que lo habían estado «mirando o espiando».
Devoto explicó que tiene una «lista de difusión en el whatsApp de más de 200 personas» en la que está López y a la que suele mandar mensajes de forma asidua sobre temas de campaña y de militancia. Agregó que nunca había recibido contestación de parte de López, pero que ese 13 de junio sí tuvo una respuesta del ex secretario de Obras Públicas que decía: «No soy hacker».
Acto seguido, Devoto le mostró al juez y a los funcionarios judiciales su celular y la cadena de mensajes para probar sus dichos. «Yo nunca le mandé un mensaje que decía «qué hacés leñador» y nunca me comuniqué con López vía mensaje que no sea por esa lista de difusión», respondió Devoto. Su versión y sus pruebas contrastaron así con los pasajes delirantes y de paranoia que el ex secretario de Obras Públicas había relatado la semana pasada.