Río Gallegos.- El ex jefe del Ejército, Roberto Benini, fue absuelto hoy de los cargos de fraude a la Administración Pública cuando estuvo a cargo de la Brigada Mecaniza XI con asiento en Río Gallegos. También los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal han absuelto de culpa y cargos a otros siete acusados.
A la salida del tribunal, en una breve declaración ante “El Espejo Diario”, el Dr. Alejandro Baldini, Defensor del Coronel (r) Bendini, expresó: “Con plena prueba de inocencia, termina la incertidumbre que duró más de 10 años, recién en esta instancia ante el Tribunal Oral Federal, con los hechos y las pruebas presentadas pudimos demostrar la plena inocencia de mi defendido, fue el recorrido de un camino largo, tortuoso, de una justicia lenta, que por lenta se convierte en una justicia injusta. Quiero significar que hoy los hechos demuestran la plena inocencia del el ex jefe del Ejército, Roberto Bendini, pero el daño ya esta hecho ante la sociedad, el perjuicio ocasionado a su credibilidad, a su moral es irreparable. Aun así me llena de satisfacción el fallo de los Sres. Jueces, por la tarea realizada y porque se hizo justicia».
La fiscalía había solicitado 2 años y 6 meses de prisión en suspenso para el ex jefe del Ejército, por el delito de peculado y estafa a la Administración Pública. La fiscal Patricia Ramallo pidió al tribunal la pena para Bendini, al encontrarlo autor de los delitos de desvío de fondos públicos, cuando abrió cuentas paralelas a las de la oficiales de la Brigada Mecaniza XI en 2002 para depositar fondos provenientes del pago de servicios por convenios con el gobierno de la Provincia a cargo del entonces gobernador Néstor Kirchner y municipios. También había solicitado la inhabilitación absoluta permanente para que el ex general ocupe cargos públicos.
Además Ramallo, propuso una condena de 2 años de prisión para el acusado Carlos Humberto Espósito; para Marcelo Eduardo Marteletti, 3 años de prisión; para Daniel Alberto Monetti, 2 años de cárcel. En todos los casos en suspenso y la inhabilitación para asumir en cargos en la Administración Pública. Por otro lado, Ramallo solicitó al integrado por los jueces Jorge Chávez, Alejandro Ruggero y Mario Reynaldi, la absolución para Juan Luis Pasqualini, Jorge Eduardo Pérez, Mario Osvaldo Villegas y Alba Pérez (esposa de Espósito).
El tribunal consideró que todos debían ser absueltos de los cargos, y en los fundamentos criticó a las autoridades judiciales por haber procesado y acusados a Bendini y los otros, sin haber recolectado las pruebas suficientes. En si, los jueces se han disculpado ante los imputados y realizaron una autocrítica por haber pasado más de una década y llevar a juicio un caso que tuvo “una deficiente” investigación señalaron.
El juez Rugero fue el encargado de expresar la posición del tribunal al señalar que Bendini en “un momento histórico” después de la crisis del año 2001, el militar tomó la decisión de abrir cuentas bancarias en el Banco Santa Cruz para depositar los fondos que obtenga de convenios para garantizar “un derecho”, el de la salud para su subalternos de la Brigada Mecaniza XI y los efectivos de otras fuerzas nacionales.
Bendini en su testimonio, justificó que abrió las cuentas en el Banco Santa Cruz con el fin de poder financiar al “Centro Médico Conjunto” que el Ministerio de Defensa dispuso que la Brigada administrara para los efectivos de las distintas fuerzas asentadas en la región (Gendarmería, Armada, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria) y sus familias, como también a los retirados. Según el ex general se ordenó el centro médico, pero no se le dijo cómo “financiarlo”, y más teniendo la desestabilización económica que acechaba al país por entonces. Además manifestó ante el tribunal que si hubiese tenido la intención de quedarse con dinero público no hubiese abierto las cuentas bancarias.
Rugero destacó que el tribunal consideró como “legítimo y esperanzador” la medida que adoptó Bendini para “cumplir con un derecho” como es la salud para los soldados. También hizo hincapié en el convenio que permitió la instalación de los puentes Bailey en distintos puntos de la provincia tras la crecida de los ríos por el deshielo.
Consideraron que al ex jefe del Ejercito “no le quedó otra opción” para garantizar “Centro Médico Conjunto” y que fueron “cobardes” las 15 denuncias diarias que fue blanco cuando después de 2003 recibió en la Sindicatura General de la Nación.
Los jueces apuntaron a un hombre clave, Espósito, quien le resaltaron de haber firmado unos 1200 cheques “pocos transparentes” y de haber “mezclado” su patrimonio con el de la Administración Pública. No obstante, destacaron que tuvo una defensa “eficiente” y hubo una investigación “deficiente”.
En mayo de 2004, Bendini fue denunciado por la Oficina Anticorrupción (OA) por la malversación de fondos públicos cuando conducía la brigada de Río Gallegos, el cargo anterior a encabezar el Ejército. La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) había detectado que Bendini abrió una cuenta bancaria paralela a la oficial a la que desvió fondos entre marzo de 2002 y mayo de 2003. La cuenta, que estaba a nombre del jefe de las finanzas de la brigada, el teniente coronel Carlos Espósito, registró movimientos por 524 mil pesos sin el permiso del Tesoro nacional. Allí, la SIGEN encontró gastos no justificados: eran entre el 22 y el 55 por ciento del total, según el mes. Hubo también cuatro transferencias por un total de 22.815 mil pesos en favor de Alba Pérez, la mujer de Espósito, que tiene en Río Gallegos un taller de diseño. Bendini sostuvo que se hicieron esos giros para “reponer dinero adelantado” por la esposa de Espósito.
En la causa, Bendini también fue acusado de haber adulterado las facturas con las que buscaba justificar los gastos. La OA señaló que “la gran cantidad de comprobantes a nombre de terceras personas hace suponer que trataron de responder a los pedidos de la SIGEN con documentación facilitada por conocidos o generada a tal efecto”. Se refería a una serie de recibos de pagos de teléfonos celulares, gastos de supermercado, la compras a la casa de regalos, perfumería, y joyería. Los investigadores consideraron que resultaba extraño que los militares necesitaran gastar esos fondos en costosas arañas, vajilla, perfumes y joyas. Sobre las compras de regalos, Bendini sólo se abocó a aclarar el pago de una torta y de un perfume. Aseguró que como hombre público debía cumplir “con protocolos y agasajos”, lo cual está previsto en el reglamento de todo jefe de Brigada.
Rugero dijo a Benidini: Puede irse tranquilo, porque ha cumplido con su labor”. La presidenta Cristina Kirchner encabezó ayer en la Casa Rosada la ceremonia de ascenso de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas, entre ellos el jefe del Ejército, César Milani, en medio de la polémica por las objeciones de organismos de derechos humanos y fuerzas de la oposición. El ministro de Defensa, Agustín Rossi señaló que el Poder Ejecutivo “nunca ascendió ni abonó el tratamiento de un ascenso a ninguna persona involucrada en situaciones de procesamiento judicial” y, al respecto, señaló el exjefe del Ejército Roberto Bendini fue pasado a retiro en cuanto se dictó su procesamiento. Los fundamentos definitivos del fallo del Tribunal en lo Criminal Federal de Río Gallegos se conocerán el 7 de febrero de 2014.