Colombia y Argentina
Esta es la historia de amistad entre dos hombres con el mismo nombre y apellido: Eduardo Bechara. Uno es colombiano, y el otro argentino. Tienen intereses similares, un parecido físico sorprendente, y descubren que están unidos por una serie de coincidencias casi inverosímiles.
A continuación escuche el asombroso relato de estos homónimos casi idénticos- Haciendo Click en el botón de Play (triangulo):
Programa de Radio Ambulante
Entrevista a Camila segura de Radio Ambulante
“Todos tenemos un homónimo, alguien que se llama igual a nosotros”. Así empieza “El otro, el mismo” la fascinante historia producida por Camila Segura, para nuestro nombres. Pero aunque todos compartimos nuestro nombre, no todos tenemos vidas paralelas, parecidos físicos y una fuerte amistad.
¿Cómo pensar un buen guión para radio con una historia tan visual como la de los Eduardos? ¿Cuáles son las metas de Radio Ambulante para el futuro? Camila Segura contesto ésta y otras preguntas.
-¿Cómo encontraste la historia de estos “hermanos”?
-CS: Fui a la escuela con Eduardo Bechara Navratilova (el colombiano) así que era su amiga en Facebook. Él puso un par de cosas sobre el tour de su libro y entrevistas hechas por los medios colombianos con los dos Eduardos. Yo estaba intrigada y seguí su historia con cierta cercanía. Carolina Guerrero, directora ejecutiva de RA, también había leído sobre ellos y cuando armamos el episodio “Nombres”, me animó a volver esta historia mi primera narración. Me lancé a hacerla y mientras más profundizaba, más me intrigaba.
-La historia de los Eduardos es muy interesante visualmente por sus semejanzas físicas. ¿Cómo pensaste este reto al llevar su historia a un formato de audio?
-CS: Eso fue algo que tuve en mente cuando preparé las preguntas para la entrevista. Le pedí a Astrid (la hermana del Eduardo argentino) que los describiera físicamente y que hablara de sus similitudes y diferencias. También le pedí a cada Eduardo que se describiera así mismo y al otro. Realmente quería saber cómo el otro Eduardo les recordaba a sí mismos. Hay una línea que me gusta mucho de la entrevista que salió de esta serie de preguntas, un momento en que el Eduardo colombiano dice: “Oh, me imagino que esto es lo que la gente ve cuando me mira”. Es un momento tan pequeño e íntimo de la conciencia de sí mismo, y creo que al oír esta declaración con su voz, uno se da cuenta de la improbable y sorpresiva semejanza de estos dos hombres. Es revelador e impactante hasta para ellos.
–Escogiste no revelar los resultados del examen de ADN en la historia, sino en su epílogo. ¿Por qué?
-CS: Para mí, el examen de ADN no consistía en los resultados. Era un examen para la prensa, que no pudo aceptar la relación entre estos dos hombres como era. Ciertamente, ellos fueron responsables, o cómplices de esto, pero el examen de ADN es la culminación de un frenesí sensacionalista sobre los “hermanos” que dice más sobre la prensa que sobre los Eduardos.
Creo que “familia” es un concepto fluido, y un resultado positivo o negativo en el examen de ADN es sólo parte de la historia. También, queríamos evitar un final determinante y usamos un pequeño truco narrativo para desviar la atención a otra parte.
Narración: “El hombre duplicado…”
El argentino Eduardo Bechara Baracat no entendía por qué Valérie, la joven francesa de quien se había enamorado en El Cairo, le escribía correos electrónicos que titulaba La novia del torero: «¿Qué me quiere decir? No me siento un torero, y si lo fuera, sería pésimo», pensaba. Eduardo suponía entonces que ella se consideraba su novia y que lo veía a él como un matador. «Puedo ser tu torero si vos querés», le escribió en uno de sus mensajes de respuesta.
Tuvieron que pasar años para que Bechara se diera cuenta de que la chica, por quien tenía sentimientos muy fuertes pese a que la relación se había basado en un intercambio de e-mails, no estaba completamente enamorada de él. O, más bien, estaba en parte enamorada de él y en parte, de un novelista bogotano homónimo (Eduardo Bechara Navratilova), autor del libro llamado La novia del torero. La joven pensaba en ese momento que esa obra era del otro Eduardo. «Valérie tuvo sentimientos por Eduardo Bechara, un escritor sudamericano en conflicto con la vida y la muerte -diría después el argentino de 35 años-. Yo no era él, pero él tampoco podía reclamar su derecho sobre mi sentimiento».
La de Valérie no es la única coincidencia entre los Eduardos. Su parecido físico es, en palabras del colombiano de 38 años, «aterrador». La primera en descubrirlo fue Astrid Bechara Baracat, quien se encontró con el blog de un tipo igualito a su hermano mientras buscaba en Internet la letra de una canción compuesta por él. «Pensé que eras vos cuando vi sus fotos -le dijo por teléfono-. Se las mostré a mamá y quedó sorprendida. Ambos tienen la nariz larga, la frente ancha y la cara afilada; hacen los mismos gestos malencarados y hasta tienen el mismo lunar en la mejilla».
Hoy, los dos autores viven en un apartamento en Córdoba, Argentina, donde escriben una novela a cuatro manos que transcurre en Egipto. Cada uno es «marionetista» de un personaje, el resto lo construyen entre los dos. Al mismo tiempo, el Bechara colombiano, un abogado convertido en novelista, edita los cuentos de su «hermano perdido» y escribe su propia versión del encuentro.
Recuerda que la primera vez que se vieron fue el año pasado en Itacaré, un pueblo bohemio de la costa brasileña donde Bechara Baracat manejaba la Posada Mandala. Meses antes le había escrito, lo había invitado a su hostal para viajeros y le había dicho que su nombre sonaba como un conjuro: «De tanto nombrarlo, apareciste». Este le contestó que debía ir a Brasil por razones personales y que aprovecharía el viaje para visitarlo. Ambos coinciden en que verse de frente por primera vez fue como mirarse en un espejo. «Eduardo es más parecido a mí que yo mismo», aseguran.
Desde entonces, la gente no para de confundirlos o llamarlos gemelos. Los vecinos de Mandala saludaban a Bechara Navratilova como si fuera su conocido y, en Argentina, los amigos de toda la vida del compositor suelen preguntarle si el parecido no será producto de una aventura extramatrimonial de su padre en un viaje a Colombia. Todo indica que eso es imposible. Lo que sí es cierto es que los dos son descendientes de sirios y libaneses que emigraron de Oriente Medio para asentarse en Suramérica. El apellido Bechara, que significa «buenas noticias», viene de una tribu palestina.
Una de las primeras cosas que hicieron cuando se conocieron fue enviar un correo a Valérie, la francesa, para contarle la historia de su equivocación y el increíble encuentro posterior. Pero todas sus cuentas de correo aparecían inactivas. «Valérie me escribió diciendo que le habían diagnosticado un cáncer en el cerebro y que había regresado a París», recordó entonces el argentino. «No saber si ella sigue o no en este mundo es un elemento más para que esta parezca la más ficticia de todas las historias que hemos escrito», dice alguno de los dos, y el otro le responde: «Lo más curioso es que es el cuento más verdadero de todos. La realidad supera la ficción».
Escritor colombiano que recorre Latinoamérica en busca de poetas pasó por la Patagonia Sur
“Me llevo de Tierra del Fuego un maravilloso inicio del proyecto”, aseguró el escritor Eduardo Bechara Navratilova, quien dio inicio en en Ushuaia los primeros días de febrero de este año la idea de unir el continente americano en torno a un proyecto literario.
El escritor colombiano Eduardo Bechara Navratilova recorrerá aproximadamente catorce mil kilómetros (14.000) desde Ushuaia, hasta Caracas (Venezuela), parando en los pueblos y ciudades de Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, con el objeto de descubrir poetas inéditos, documentarlos y publicar una antología de poesía latinoamericana en la que se haga una selección de los mejores poemas.
El punto de partida fue Ushuaia, luego Río Grande, Río Gallegos, Punta Arenas Chalten y el calafate Calafate hasta donde pudimos acompañarlo.
Eduardo dialogó con nosotros acerca del proyecto cultural pretende fomentar la lectura de un género literario que ha ido perdiendo relevancia y es poco difundido en el mundo contemporáneo, unificar el continente americano en torno a un proyecto literario y sacar a la luz a algunos de los poetas inéditos.
En El Chaltén, Eduardo se ha reunido con varios poetas como Tere Torres, Tito Ramírez, Juan Diego Fernández, Mauro Holzmann, Cecilia Facal y la rosarina María Zulma Amadei entre otros.
-¿Cómo nace la idea de buscar poetas por Latinoamérica?
-Eduardo Bechara: Tomamos la idea de buscar poetas, que estaba en el mundo de las ideas platónicas y como muchas ideas que pueden llegar a ser descabelladas o maravillosas decidí que había que materializarla. Entonces redacté un plan de proyecto bien estructurado en donde conseguí patrocinios, teniendo una exención de impuestos que hay en Colombia por patrocinar proyectos culturales, entre ellos una empresa que se llama Pavimentos Colombia a la cual le interesó el proyecto.
-Cuál es el trayecto que pensaste para el proyecto?
Estamos iniciando el proyecto en la primera etapa. Luego de partir de Colombia hizo un breve paso por Buenos Aires y como punto de partida en el país comenzó buscando poetas en Ushuaia,. La idea es seguir subiendo por toda la Argentina y chile, en algún momento tendré que volver a Buenos Aires para hacer un encuentro de poetas y descubrir poetas porteños. Pero el proyecto continuará por Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.
Sobre el escritor
Eduardo Bechara Navratilova nació en la ciudad de Bogotá, el 9 de noviembre de 1972. Es hijo de un padre de origen libanés y una madre checa. En 1993 fue condecorado con la medalla Juan Bautista Solarte, otorgada al mejor soldado del cuarto (4to) contingente de 1992, de la Dirección de Reclutamiento Nacional de Colombia. Se graduó en Derecho en la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia, 1999, y se especializó en Derecho Comercial en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, 2000.
Luego de trabajar durante tres años como abogado, realizó un viaje de seis meses por Europa Occidental, Europa del Este, México y Canadá, y volvió a Colombia a publicar la novela “La novia del torero”, 2002, editorial La Serpiente Emplumada. Se graduó de literatura en la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia, (2005), y publicó su segunda novela “Unos duermen, otros no”, 2006, editorial Escarabajo. Es conferencista y profesor de talleres de literatura. Escribe crónicas de viaje y hace Reportajes Gráficos para el periódico El Tiempo de Colombia. En el 2007 se recorrió toda la costa brasilera pidiendo fondos para los niños pobres con cáncer. En 2009 se graduó de una Maestría en Escritura Creativa en la universidad de Temple, Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos de América. Es escritor independiente para otros periódicos y revistas literarias. El ser humano y su comportamiento dentro de la urbe contemporánea es su tema de fondo.
Para conocer algo mas o seguir a los Eduardo´s podes ir a:
Eduardo Bechara (Colombiano)
http://www.enbuscadepoetas.com/
Eduardo Bechara (Argentino)
http://eduardobechara.wordpress.com/
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